Isabel Pérez es una de esas periodistas
que cuando te mira, impacta. Afincada en la Franja de Gaza desde 2013, su
compromiso con el pueblo palestino, no sólo como periodista sino también como
persona, hace que aproveche sus días libres en Madrid para revindicar, una vez
más, la injusticia del bloqueo insufrible que padece una parte del mundo y que,
a veces, parece que poco importa. Pese al calor sofocante de las siete de la
tarde, Pérez nos recibe con la mejor de sus sonrisas en la terraza de Ecoo, el
centro que acoge la mesa redonda organizada por Palestina Digital “Gaza, vida y
muerte y su repercusión en los medios”, y en la que participa junto a los
también periodistas Musaa’ab Bashir, Yolanda Álvarez y Teresa Aranguren. Toca hablar
del periodismo de guerra, ese género único que une vocación y humanidad.
Isabel Pérez, periodista freelance en la Franja de Gaza, durante la entrevista. Foto: Javier Imedio |
Pregunta: Parece
mentira, pero lo más destacado en los últimos días sobre la situación de Gaza,
han sido las palabras de Angela Merkel que provocaron el llanto desconsolado de
una niña refugiada palestina. La noticia en los medios se ha quedado, una vez
más, en la anécdota, lejos de hablar de la realidad de la Franja y de sus
consecuencias. ¿Estamos haciendo los periodistas bien nuestro trabajo?
Respuesta: Es uno de los errores que
cometemos los medios y algunos periodistas. A veces estamos obligados a
descontextualizar, pero es muy necesario seguir explicando, aunque sea con
anécdotas y con algo más de información, el conflicto árabe-palestino o
palestino-israelí, según lo quieras ver. Los medios de comunicación podríamos
hacer mucho más para explicar al mundo este conflicto, uno de los más
enquistados, y un error que cometió en su día la comunidad internacional. Tendríamos
que evitar poner parches como se está haciendo hasta ahora y buscar una
solución política. Esto no es sólo una crisis humanitaria, es una causa
política, y es como deberíamos enfocarlo desde los medios.
P: ¿Cómo consigue
un periodista freelance vender a los medios de comunicación el día a día de la
Franja de Gaza?
R: El día a día es muy complicado. Lo
que ocurre en la Franja de Gaza tras más de ocho años de bloqueo israelí es el
resultado de la acumulación de crisis socioeconómicas. Hablamos de 66 años de ocupación. Nos hemos hundido
en el vacío de la Franja desde hace ocho años, cuando Hamas llegó al poder e
Israel decidió imponer este bloqueo inhumano, este castigo colectivo. Es un
genocidio a cámara lenta. Vender a un medio de comunicación lo que ocurre cada día
es difícil, porque son ciclos que se repiten. Por ejemplo, tener una crisis de
combustible a nivel mediático no vende. Eso hace que los periodistas tengamos que
ser muy originales para meter dos líneas sobre “de nuevo hay una crisis de
combustible”. Pero hay bastante trucos que los periodistas que estamos dentro sabemos
utilizar. Por ejemplo, esas faltas de carburante pueden afectar a los
vehículos: no hay taxis y la gente no puede ir a trabajar. O podemos venderlo sobre
cómo salen de las alcantarillas las aguas residuales porque el Ayuntamiento no
tiene combustible para bombear. Hay que buscar la manera de dar la otra visión,
pero al final es lo mismo, son ocho años de la misma crisis.
Isabel Pérez, periodista
freelance en la Franja de Gaza, durante la entrevista. Foto: Javier Imedio |
P: Hablando con otros periodistas de
guerra, casi todos coinciden en que es muy difícil informar de manera objetiva
cuando ves la muerte tan cerca y los sentimientos afloran. ¿Qué opina?
R: Yo no creo que sea un problema que
afloren los sentimientos. Al revés, es algo muy humano, los periodistas somos
humanos. Somos mujeres, somos madres, o seremos madres en mi caso. Es normal
que afloren los sentimientos, si no es así, creo que es un problema, y que ese
periodista no va a lograr informar sobre por qué hay niños que están muriendo
por falta de medicación. O sobre por qué hay mujeres con cáncer de mama, muy
extendido en Gaza, que están muriendo porque no entran los tratamientos por el
bloqueo israelí. Las mujeres tienen que salir a Egipto, y muchas veces el paso
de Rafah está cerrado. Y, por supuesto, Israel no permite a todo el mundo que
tiene cáncer salir a tratarse a los hospitales de Jerusalén o Cisjordania. Por lo
tanto esto es un drama, y hay que mostrarlo tal como es. Gaza, la causa
palestina, es sentimiento. Y si no hay sentimiento, no puedes expresar que hay
una injusticia total en esta causa política.
P: Son varios los periodistas como
Yolanda Álvarez, ex corresponsal de TVE, o Javier Martín, de EFE, que han sido
relevados de sus funciones en el terreno como consecuencia de las presiones de
Israel. ¿Existe también un intento de bloqueo de cara a los medios que trabajan
en Palestina?
R: Yo principalmente trabajo para una
televisión que nada tiene que ver con Occidente, por lo que no tenemos ese tipo
de presión tan directa. Lo que si me pasó durante la operación “Margen Protector”
del año pasado cuando comencé a colaborar con el diario El Mundo, es que me llamaron
diciéndome que habían recibido una carta del embajador de Israel, en la que
decía que su corresponsal -ellos no sabían que yo no era corresponsal, sino
colaboradora freelance-, tenía que salir de la Franja de Gaza porque aquello
se iba a convertir en una guerra muy peligrosa. Es una presión psicológica que
hacen a los periodistas. Imagínate, tú llegas como periodista a un conflicto, y
si es la primera vez que te avisan de que te tienes que salir ya, cunde el miedo.
Yo sé de gente que sí que se fue. Yo me quedé, tengo allí mi familia palestina,
tengo una labor periodística y humana. Pero sí que hay presiones.
P: Como periodista,
¿cuál cree que es el “secreto” para que el conflicto palestino termine de una
vez por todas?
R: No hay secreto. Hay que dejar de apoyar
a la entidad sionista de Israel. Hay que ser consecuentes con nuestros actos.
Nuestros gobiernos deberían ir del lado de la justicia, de la igualdad, y
terminar con esa ocupación que es ilegal ante las leyes internacionales. Pero
esto es muy relativo. Nuestros gobiernos, otras entidades, los organismos
internacionales, aprovechan la inestabilidad de Oriente Medio para seguir
apoyando a Israel, pensando que eso va a contener un estallido. Pero yo estoy
segura de que si se levanta el bloqueo, si termina la ocupación, si los
palestinos tienen libertad de movimiento para trabajar donde ellos quieran, y conseguir
vivir como un ser humano, la violencia terminará. Esto no es fácil, y no es
ningún secreto. Hay que ser realistas. Hace falta una propuesta política. Yo
soy de la opinión de que hace falta un estado democrático para todos, y que si
se crea un estado de Palestina, habrá más problemas.
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